lunes, 23 de mayo de 2016

Cómo gestionar efectivamente el conocimiento en las organizaciones


Hoy en día se habla de la importancia de la economía del conocimiento y  la sociedad del conocimiento, éste como generador de riqueza en las naciones y de ventajas competitivas en un mundo globalizado, sin embargo, aunque el conocimiento ha sido estudiado desde Sócrates, Platón y Aristóteles, fue hasta finales del siglo pasado que adquirió una notoriedad sin precedentes en el campo empresarial.
 
Dentro de los mayores exponentes de cómo se gestiona el conocimiento en las organizaciones tenemos a Nonaka y Takeuchi (1995), que lo definen como un proceso humano dinámico en virtud del cual se justifican las creencias personales en busca de la “verdad”, o más sencillo aún: el conocimiento es información en acción, así también Davenport & Prusak (1998) definen el conocimiento de manera práctica como una mezcla flexible de experiencias reflexionadas, de valores, de información contextual y de visión experta, que proporciona una estructura para evaluar e interiorizar nueva información y nuevas experiencias; mientras que para O´Dell, Grayson y Essaides (2001); Bueno (2002) afirman que, a diferencia de la información, el conocimiento trata sobre creencias y compromiso, sobre el saber, sobre significados y sobre acción. Para Nonaka y Takeuchi, existen 2 tipos de conocimiento: el tácito y el explícito.

De acuerdo a O´Dell, Grayson & Essaides, citados por Gómez (2009), el conocimiento tácito o implícito reconoce a modelos mentales, creencias y perspectivas que tienden a ser considerados como hechos ciertos, pero que no resultan fáciles de articular y verbalizar por el individuo o grupo que los utiliza. Puede ser dividido en dos dimensiones: a) dimensión técnica (conocimiento tácito técnico), la cual engloba las habilidades o destrezas que un experto ha desarrollado con la experiencia y que se suelen englobar en el término know-how (saber hacer); y b) dimensión cognitiva (conocimiento tácito cognitivo), referida a esquemas, modelos mentales, creencias y percepciones desarrollados e interiorizados que influyen en la conducta.
El conocimiento explícito es aquel que ha sido codificado, sistematizado e internalizado por el individuo o la organización. Al materializarse servirá para dirigir el comportamiento de los individuos, reduciéndose así el costo de procesar la información y facilitando la toma de decisiones. Es fácil de articular y verbalizar mediante un lenguaje formal, sistemático, ya que permite ser procesado, transmitido y almacenado (Gómez, 2009).
 
Nonaka y Takeuchi (1999) basan su modelo en  el conocimiento tácito (subjetivo) y explícito (objetivo), los cuales se tienen cuatro formas de conversión: de tácito a tácito (socialización), donde grupos de personas interactúan y comparten modelos mentales y experiencias; de tácito a explícito (exteriorización) referente a la discusión o reflexión del conocimiento tácito para la creación de conocimiento conceptual a partir de metáforas y/o analogías; de explícito a explícito (combinación) que se genera a través de la distribución del conocimiento recién creado por redes de la organización, originando con ello conocimiento sistemático; y de explícito a tácito (interiorización) asociado al Learning by Doing (experiencia), creando con esto conocimiento de tipo práctico. En la siguiente figura, se muestran las cuatro formas de combinación del conocimiento:
 
 

 

Conocimiento tácito 

a       Conocimiento explícito

Conocimiento tácito

(Socialización)

Conocimiento armonizado

(Exteriorización)

Conocimiento conceptual

           desde

 

Conocimiento explícito

(Interiozación)

Conocimiento operacional

Combinación

Conocimiento sistémico
Fuente: (Nonaka y Takeuchi, 1999).

Gestionar el conocimiento en nuestras organizaciones es una ventaja competitiva de todos nuestros competidores. Empieza a gestionarlo y aprovecha sus ventajas.

Referencias

Bueno, E. (2002). Gestión del conocimiento: desarrollo teórico y aplicaciones. Cáceres: Ediciones la Coria.
Davenport, T.H. & Prusak, L. (1998). Working knowledge: How organizations manage what they know. Boston: Harvard Business School Press.
Gómez, M. (2009). Desarrollo de un modelo de evaluación de la gestión del conocimiento en empresas de manufactura. Recuperado el 30 de junio de 2015 de: http://oa.upm.es/5972/1/MARIAN_GOMEZ_HERNANDEZ.pdf
Nonaka, I., & Takeuchi, H. (1995). The knowledge-creating Company (primera ed.). New York: The Oxford University Press.
Nonaka, I.; Takeuchi, H. (1999). La organización creadora del conocimiento: Cómo las compañías japonesas crean la dinámica de la innovación. México: Oxford University Press.
O´Dell, C., Grayson, J.C. & Essaides, N. (2001). Si tan sólo supiéramos lo que sabemos. Madrid: Griker & Asociados.
 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario